El Tintero del Soñador

Cuatro años pasaron desde aquel día en que salimos del bar. Tu sonrisa amplia, se fundía perfectamente con la embriaguez de tus mejillas y con la luz que tus ojos emanaban, al tiempo que  jugaban con mi nervioso corazón, que ávido de tu amor; latía aceleradamente por buscar un momento que finalmente llegó. Besar por primera vez tus labios firmes y seguros, fue el sello con el que inició nuestra gran historia de amor y, en este momento; tras una cantidad incontable de momentos a tu lado, no puedo sino desear detener el tiempo y alargar cada uno de ellos, e inmortalizar nuestra historia en palabras que, poco o nada, llegan a expresar nuestros sentimientos. Gracias te doy, por no rendirte en el camino. Por la fuerza con la que te has asegurado a la vida y así llegar a mi vida para revolucionarlo todo. Gracias por tu apoyo, sinceridad y firmeza con la que me has acompañado en estos años de mi vida. Gracias, por ser parte de una vida que, sin ti; estaría vacía.

Inconsciente al exterior, solo veo la pantalla de mi computadora iluminando mi rostro. Es de noche y solo escucho el fuerte sonido del ventilador de mi computadora acelera y detenerse constantemente. Mi vista se pierde en el imaginario de mi mente, pensando y recordando aquella época donde la realidad era mas simple. Hoy mi sueño se ve interrumpido por el pensamiento de la muerte. Siempre escribí sobre ella, pero ahora me siento mas cerca de ella que antes. Quizás sea por el reciente y repetido encuentro con ella a través de familiares, amigos y conocidos. Es difícil no pensar que algún día estaremos bajo su manto, así como hoy me siento a escribir bajo la obscura y cálida noche de primavera. Quizás sea tiempo ya de terminar con este pensamiento y dejarme llevar por la oscura e interminable negrura de un año del que quizá no haya mas retorno .